
A continuación te llevaremos al mundo paranormal, contado a través de mitos, leyendas e historias dentro de la Región Junín y en especial en los distritos de la Provincia de Yauli La Oroya:
Leyenda recogida en Chupaca, Departamento de Junín, Perú. Informante Leopoldo Vidal

Mito recogido en Huancayo. Informante: Máximo Inga. Huancayo, Junín

El Mito del Cóndor
Se dice que en una comunidad, un hombre vivía con su hija. La hija pastaba las ovejas, llamas y otros animales. Cada día un joven vestido con elegancia iba a visitarla. Tenía un traje negro hermoso, chalina blanca, sombrero y todo. Cada día iba a visitar a la mujercita, y se hicieron buenos amigos. Jugaban a todo. Un día comenzaron a jugar de esta manera: “Alzame tu y yo te alzaré”. Bueno, comenzaron el juego, y el joven alzo a la mujercita. Recién cuando la había alzado en alto, la mujercita se dio cuenta de que estaba volando.
El joven puso a la mujercita dentro de un nicho en un barranco. Allí el joven se convirtió en cóndor. Por un mes, dos meses, el cóndor criaba a la mujercita. Le daba toda clase de carne: carne asada, carne cocida. Cuando habían estado unos años juntos, ella llego a ser mujer. La jovencita dio a luz un niñito, pero lloraba día y noche por su padre, a quien había dejado en la comunidad. “¿Cómo puede estar solo mi padre? ¿Quién está cuidando a mi padre? ¿Quién está cuidando a mis ovejitas? Devuélveme al lugar de donde me trajiste. Devuélveme allá”, le suplicaba al cóndor. Pero él no le hacia caso.
Un día un picaflor apareció. La joven le dijo: “¡Ay, picaflorcito, mi picaflorcito! ¿Quién hay como tú? Tienes alas. Yo no tengo ninguna manera de bajar de aquí. Hace más de un año, un cóndor, convirtiéndose en joven, me trajo aquí. Ahora soy mujer. Y he dado a luz a su niñito”. El picaflor le contestó: “Escúchame joven. No llores. Te voy a ayudar. Hoy día iré a contarle a tu papá donde estás, y tu papá vendrá a buscarte”. La joven le dijo: “Escúchame, picaflorcito. ¿Conoces mi casa, no? En mi casa hay hartas flores bellas, te aseguro que si tú me ayudas, toditas las flores que hay en mi casa serán para ti”.
Cuando dijo eso, el picaflor volvió contento al pueblo, y fue a decir al padre de ella: “He descubierto dónde está tu hija. Está en el nicho de un barranco. Es la mujer de un cóndor. Pero va a ser difícil bajarla. Tenemos que llevar un burro viejo”, dijo el picaflor, y contó su plan al viejo. Fueron, llevando un burro viejo. Dejaron el burro muerto en el suelo. Y mientras el cóndor estaba comiendo el burro, el picaflor y el viejo ayudaron a la jovencita a bajar del barranco. Después llevaron dos sapos: uno pequeño, otro grande, y dejaron los sapos en el nicho del barranco. Bajaron el viejo y su hija y fueron hacia el pueblo. El picaflor fue donde estaba el cóndor, y le contó: “Oye, cóndor. Tu no sabes que desgracia hay en tu casa”.
“¿Que ha pasado?” el cóndor le preguntó.
“Tu mujer y tu hijo se han convertido en sapos”. Bueno, el cóndor se fue volando a ver. Ni la joven, ni su hijo estaban dentro del nicho, solamente dos sapos. El cóndor se asustó, pero no pudo hacer nada; y el picaflorcito está todos los días entre las flores en la casa de la jovencita. Mientras ella, su hijo y su padre viven felices en la comunidad.
MITOS, LEYENDAS E HISTORIAS DE LA REGIÓN JUNÍN
MITOS, LEYENDAS E HISTORIAS DE LA PROVINCIA DE SATIPO
en este día te enseñare las historias mas escalofriantes de la provincia de Satipo:
MITOS, LEYENDAS E HISTORIAS DE LA PROVINCIA DE HUANCAYO

Mito recogido en Huancayo. Informante: Máximo Inga. Huancayo, Junín

El Mito del Cóndor
Se dice que en una comunidad, un hombre vivía con su hija. La hija pastaba las ovejas, llamas y otros animales. Cada día un joven vestido con elegancia iba a visitarla. Tenía un traje negro hermoso, chalina blanca, sombrero y todo. Cada día iba a visitar a la mujercita, y se hicieron buenos amigos. Jugaban a todo. Un día comenzaron a jugar de esta manera: “Alzame tu y yo te alzaré”. Bueno, comenzaron el juego, y el joven alzo a la mujercita. Recién cuando la había alzado en alto, la mujercita se dio cuenta de que estaba volando.
El joven puso a la mujercita dentro de un nicho en un barranco. Allí el joven se convirtió en cóndor. Por un mes, dos meses, el cóndor criaba a la mujercita. Le daba toda clase de carne: carne asada, carne cocida. Cuando habían estado unos años juntos, ella llego a ser mujer. La jovencita dio a luz un niñito, pero lloraba día y noche por su padre, a quien había dejado en la comunidad. “¿Cómo puede estar solo mi padre? ¿Quién está cuidando a mi padre? ¿Quién está cuidando a mis ovejitas? Devuélveme al lugar de donde me trajiste. Devuélveme allá”, le suplicaba al cóndor. Pero él no le hacia caso.
Un día un picaflor apareció. La joven le dijo: “¡Ay, picaflorcito, mi picaflorcito! ¿Quién hay como tú? Tienes alas. Yo no tengo ninguna manera de bajar de aquí. Hace más de un año, un cóndor, convirtiéndose en joven, me trajo aquí. Ahora soy mujer. Y he dado a luz a su niñito”. El picaflor le contestó: “Escúchame joven. No llores. Te voy a ayudar. Hoy día iré a contarle a tu papá donde estás, y tu papá vendrá a buscarte”. La joven le dijo: “Escúchame, picaflorcito. ¿Conoces mi casa, no? En mi casa hay hartas flores bellas, te aseguro que si tú me ayudas, toditas las flores que hay en mi casa serán para ti”.
Cuando dijo eso, el picaflor volvió contento al pueblo, y fue a decir al padre de ella: “He descubierto dónde está tu hija. Está en el nicho de un barranco. Es la mujer de un cóndor. Pero va a ser difícil bajarla. Tenemos que llevar un burro viejo”, dijo el picaflor, y contó su plan al viejo. Fueron, llevando un burro viejo. Dejaron el burro muerto en el suelo. Y mientras el cóndor estaba comiendo el burro, el picaflor y el viejo ayudaron a la jovencita a bajar del barranco. Después llevaron dos sapos: uno pequeño, otro grande, y dejaron los sapos en el nicho del barranco. Bajaron el viejo y su hija y fueron hacia el pueblo. El picaflor fue donde estaba el cóndor, y le contó: “Oye, cóndor. Tu no sabes que desgracia hay en tu casa”.
“¿Que ha pasado?” el cóndor le preguntó.
“Tu mujer y tu hijo se han convertido en sapos”. Bueno, el cóndor se fue volando a ver. Ni la joven, ni su hijo estaban dentro del nicho, solamente dos sapos. El cóndor se asustó, pero no pudo hacer nada; y el picaflorcito está todos los días entre las flores en la casa de la jovencita. Mientras ella, su hijo y su padre viven felices en la comunidad.
MITOS, LEYENDAS E HISTORIAS DE LA PROVINCIA DE YAULI LA OROYA
LEYENDAS Y ANÉCDOTAS ASOMBROSAS DE PACCHA
LA EXTRAÑA DESAPARICIÓN DE MAMA PAULA
Al ocaso de cierto día,arribo a esta rudimentariamente vivienda un arriero de paso a la zonas agrícolas de los tarumas y por el cansancio de los camélidos y la oscuridad del anochecer solicitó a la viejecita para que la cobije en su humilde morada, suplico que fuera aceptada con gusto.
Bebido al duro trajinar del arriero sucumbió en un profundo sueño en un rincón de la cueva asignada por "mamá"Paula,pero este letargo fue interrumpido al promediar la medianoche por las incesantes maullidos de los felinos que brincaban encima del rústico aposento ante la sorpresa del arriero, la anciana se levantó balbuciendo: "!taita, ahí vienen mis familiares para llevarme a la fiesta";abstraída de la realidad , riendo continuo;"¡vienen bailando con una orquesta!" , e inmediatamente abandono el lugar acompañado de los gatos. El alojado, perplejo ,solo atino a ver a la anciana y los gatos como se perdían en la distancia saltando y carcajeando al ritmo de los maullidos.
Muy de madrugada, el arriero ante este incidente y no poder volver a conciliar su sueño alisto sus aperos y se retiro meditabundo sin poder comprender lo que había pasado, enrumbando su largo peregrinaje por frente al pueblo de Paccha. pasando por tucumchay (paraje cerca de casaracra) escucho el canto del búho, supersticiosamente considerado mal agüero, por lo que persignándose con la señal de la cruz invocó: "Virgen Purisima, protegeme de toda maldad" , Y soportando el frió de mayo, que ya comenzaba a hacer crujir los dientes, continuo su trajín hacia el horizonte.
A la semana siguiente, a su retorno de las tierras tarmeñas con sus acémilas cargadas de papas, el arriero fue detenido para ser llevado al pueblo de Yauli por los familiares de "mama paula", acusado de su desaparición; esa misma tarde, camino a Yauli, cuando pasaban por el paraje de parco oyeron voces distantes de la anciana perdida:"¡suelten al pobre arriero!¡el es inocente!" y se aprestaron a buscar el origen de la exclamación . No podían dar credibilidad a los vocablos que provenían de entre los matorrales o quizá del espejo de la laguna Tembladera. Atónita la comitiva deambulo en una desesperada búsqueda, no hallando a la anciana y entrada la noche se cobijaron en la estancia Parco, para continuar con la búsqueda al di siguiente.
Con los primeros rayos del alba reiniciaron un minucioso registro por todos los to torales del pantano alrededor de la laguna; después de una larga búsqueda, casi al centro de la laguna hallaron sumergidos en el agua el cuerpo inerte de la anciana Paula juntamente con sus gatos.
Después del rescate dieron libertad al arriero, exculpandolo de la acusación y pidiéndole disculpas, manifestandole que la anciana había sido encantada por fuerzas extrañas, por lo que fue a morir en la zona de la laguna Tembladera o Quihuacocha.
SHUMAJ HUARMI
Muchas leyendas como resta se han contado en paccha desde épocas inmemoriales. Estas historias de extrañas apariciones dieron origen al nombre de este manantial que se pierde en el tiempo y el olvido.
"Era una noche de luna llena, a inicios del siglo pasado, la celebración de la fiesta patronal a la Virgen "Purisima concepción" llegada a su final; los pobladores pacchanos, en pequeños grupos familiares y algunos solos, después de bailar y librar"caliches" bebida a base de aguardiente, se retiraban a sus moradas cantando disonantes producto de su embriaguez.
La luna resplandeciente iniciaba su acenso hacia el cenit y poco a poco el rumor de la fiesta se iba apagando, cuando Benito, mozo lugareño que en aquel momento se encontraba enamorado, mareado por los vapores del alcohol caminaba tambaleando de vuelta a casa tarareando una canción de amor, casi llegaba a la puerta de su morada cuando callo un momento porque creyó haber escuchado, a lo lejos, música de orquesta, y pensó que la fiesta continuaba; entonces dio media vuelta y regreso a la plaza para seguir con el jolgorio, cuando llego a ella ya casi era medianoche, solamente fantasmagórica se alzaba la torre de la iglesia ”Purísima Concepción” arrojando su larga sombra a la desierta plaza. Pero, el joven seguía escuchando aquella extraña melodía, acaso sólo dentro de su imaginación; entonces se dejó guiar por el encanto musical y tomó el camino del barrio Jircampata.
A la blanquecina luz de la luna, el estrecho camino hacia Jircampata parecía una interminable cinta blanca, que corría paralelo a las ruidosas aguas del rio Mantaro que retumbaba al chocar con las blancas “pacchas” (cataratas) del rio atochuarco; Benito absorto seguía su camino, ni siquiera las estruendosas “pacchas” le despertaban de su embeleso. Cuando pasaba por la cueva Mishihuayn los gatos maullaban dolorosamente como presagiando un terrible suceso; él, solo escuchaba que el rumor se acrecentaba a medida que avanzaba y entonces a la distancia pudo distinguir a una mujer que parecía una visión etérea que le llamaba:” jamuy weragocha Benito, jamuy” (ven buen mozo Benito, ven); éste, vaciló un momento, pero obsesionado por esa ilusión, como un autómata, paso a paso, se acercaba hacia su perdición; al observarla, vio que era una mujer de indescriptible belleza (SHUAMAJ HUARMI) que ni siquiera la paleta del pintor hubiera podido plasmarla en su lienzo. Estaba ataviada de un largo vestido que terminaba en las aguas del manantial, tenía una piel blanca como si estuviera hecha de marfil, sus castaños cabellos caían como un rio que terminaban en dos largas trenzas, de sus labios púrpuras se escapaba una turbadora sonrisa que invitan al más apasionado beso y sus ojos claros relampagueaban a la clara luz de la luna como si decidieran el destino del joven Benito, quien poseído de una ebriedad de amor ya no podía rechazar tanto encanto, sintió que unas manos se enlazaban a su cuello y por sus pies subir un cálido vapor que le iba adormeciendo cuerpo y mente.
No se sabe cuántas horas estuvo sumido en este letargo, hasta que el frio de la madrugada, en trinar de los pájaros y el lejano canto de los gallos lo despertaron de su éxtasis, y se vio solitario y desvariado, con los pies sumergidos en las tibias aguas del manantial; únicamente, a su frente, imponente se alzaba el cerro Huamán-marca recortándose a la tenue luz de la alborada.
Desde aquel día, Benito perdió la razón por el encanto de “SHUMAJ HUARMI”, por las noches deambula hasta el amanecer en busca de su amada. La gente murmuraba que estaba loco.”
También se dice que hasta hoy, en las noches de plenilunio “SHUMAJ HUARMI” aparece esporádicamente para extraviar con sus encantos a los solitarios caminantes.
MITOS Y LEYENDAS DE MOROCOCHA
EL PACTO CON EL MUQUI
Cuenta la leyenda que en los socavones de las minas que pertenecían a la compañía Cerro de Pasco Copper Corporation, algunos mineros percibían la presencia de un ser diminuto y gracioso, el cual les jugaba algunas bromas a los que descansaban plácidamente en horas de trabajo, escondiéndoles sus pertenencias, pintándoles la cara con hollín, y haciendo muchas travesuras en aquellas minas.
Pero cierto día un minero anciano, visiblemente desgastado por el trabajo, contó que aquél que lograse atrapar al enano, tendría la posibilidad de pedirle el oro que éste guardaba en su escondrijo: ¡Es el Muqui! -Gritó en forma mística el anciano. ¡Pero cuidado! advirtió de repente; ¡No hay que hacer ningún trato con él! ¡Es muy astuto el bandido! ¡Si que es un bandido! gritaba el viejo minero mientras se alejaba riéndose como un demente.Pasó mucho tiempo, tal vez semanas, tal vez años, hasta que aquel rumor llegó a los oídos de Octavio, un joven minero, recién casado y que llevaba un mes en la empresa. Octavio, llegaba cada semana a su casa, donde conversaba con su mujer siempre de lo mismo: -¿Sabías que el Muqui tiene bastante oro? ¿Cuántos años tendrá el Muqui? ¿De dónde sacará todo ese oro el condenado enano?. Y así cada semana, el Muqui era el tema de conversación más resaltante. Pero las conversaciones se volvieron ideas y las ideas se volvieron sueños y los sueños se convirtieron en obsesión; hasta que Octavio empezó a urdir un plan para capturar al Muqui y con él a todo su oro.Ya los mineros congeniaban de manera amistosa (aunque sin verlo) con el Muqui, ellos le dejaban un poco de coca y cigarrillos en algún rincón de la mina a cambio de que éste no los haga víctimas de sus travesuras. El Muqui recoguía los regalos (o mejor dicho el pago respectivo) de manera tan misteriosa que absolutamente nadie sabia como ni cuando se aparecía. Pero para Octavio, en quien el Muqui se había convertido en su obsesión, ese ya era un problema resuelto.
Octavio había decidido atrapar al Muqui aquella noche, para lo cual se fue a hacer guardia junto a los regalos que ese día le dejarían los trabajadores al pequeño ser, en lo más profundo del socavón. Se tapó con una manta negra dejando una pequeña abertura para sus ojos. La zona estaba iluminada por una pequeña antorcha, la cual le daba un aspecto más misterioso aún a aquella situación. Esperó una, dos, cinco horas y nada; pero ya cuando bordeaban las cuatro de la madrugada, Octavio, quién se había echado a dormir, sintió un gran peso sobre su espalda y aún sin moverse abrió totalmente sus ojos y se quedó quieto escuchando. ¡Era el Muqui! ¡Y estaba revisando la bolsa sentado sobre su espalda!¡Este es el momento! -Se dijo Octavio para sí- Entonces se levantó de improviso, trató de atrapar al Muqui con su manta, pero, cayó de bruces sobre el piso, mientras el Muqui se reía como loco, burlándose del pobre Octavio. -¡Anda, ponte de pie! gritó el Muqui. Octavio se levantó y así con la poca luz de la antorcha pudo ver al Muqui. -Tayta Muqui, quiero un poco de oro. -Fue lo primero que imploró Octavio. -¡Pues trabaja! -Respondió irónicamente el enano. -Verdacito , necesito el oro, porque...porque...Ya, porque mi esposa está enferma. -¿¡Y su enfermedad se cura con oro!? -Es que las medicinas están muy caras y en la mina te pagan poco. -¡Pues consigue otro trabajo! seguía burlándose el Muqui. -Por favor señor Muqui dijo Octavio mientras se acercaba lentamente al enanito burlón y de un felino salto, pudo cogerlo de las manos, forcejearon muy poco pero muy duro y por fin, ahí en el suelo envuelto en la manta oscura estaba Octavio, sí el Muqui lo había atrapado a él. -¿¡Así que querías oro, no!? le resondró el Muqui, mirándolo con cierta ironía. Mencionó el Muqui algunas palabras en quechua arcaico y se alejó riendo como siempre, como un loco. Mientras envuelto en la manta oscura, un gran bulto de oro en forma humana, descansaba en el suelo. La esposa de Octavio, cansada de esperar y llorar, se fue a vivir a La Oroya, donde cada noche tenía un sueño muy raro: un extraño resplandor la llamaba a través de un túnel profundo y se despertaba sobresaltada cuando en el mismo sueño escuchaba una risa vesánica, demente ... pero esa, ya es otra historia.
MITOS Y LEYENDAS DE LA OROYA
EL ORIGEN DEL NOMBRE DE LA OROYA
Cuentan que un grupo de españoles que buscaban metales preciosos por estas zonas, al llegar a cierto lugar encontraron vetas de oro y plata; uno de ellos que estaba trepado sobre una roca descubrió vestigios del precioso metal; quienes se encontraban abajo, preguntaban impacientes ¿oro?¿oro?....... y el otro contestaba a gritos ¿oro?.... Ya! Se cree que estas expresiones se haya derivado el nombre de La Oroya.
LA VIUDA DEL CLUB PERUANO
LA DAMA Y EL VIAJERO
Cuando salía de Pampas, ya muy de noche y bajo una interminable lluvia, pude avistar a una mujer en el camino; ella iba caminando muy lentamente en la carretera, debiste verla con aquel vestido blanco totalmente empapado. Frene suavemente pues también iba despacio por el mal estado de la carretera.
Le hice una señal para que suba al camión y así pudiera protegerse de la lluvia, ella asintió y se sentó en el mismo lugar en donde estás tú. Era una mujer muy joven y bella, al verla en esas condiciones le ofrecí mi casaca para que pudiera abrigarse, me agradeció y en su rostro vi dibujada una sonrisa tierna.
Al acercarnos al poblado la Mejorada, ella me pidió bajarse del camión; pues tenía familia allí. Como aun llovía y era apenas las dos de la madrugada, le dije que se quede con mi casaca, que en otro momento iría por ella. Solo le pedí la dirección de su casa.
Pasó una semana y cuando volví a la Mejorada, fui a buscarla hasta su casa. Grande fue mi sorpresa cuando salió su madre y me dijo que Virginia -así me dijo que se llamaba-, había muerto hace diez años atrás. Precisamente en un accidente de carreteras, cuando el bus que los transportaba de Pampas se fue directo al barranco; en el lugar donde la recogí.
Yo no le creí a la señora y pensé que se querían quedar con mi casaca. Para confirmar los hechos, su madre me llevo hasta el cementerio del pueblo y allí pude corroborar que en verdad la joven y bella
Virginia estaba muerta. La fotografía en el nicho era la misma chica que vi hacia como una semana. Pero lo que más me sorprendió, fue ver mi casaca a un costado, junto al nicho de la joven. Su madre no tenía explicación alguna por lo sucedido, solo me dijo que era la cuarta vez que pasaba eso; habían preguntado por su hija que había subido al camión en la carretera a Pampas.”
Quizá sea un relato cierto, porque mi abuelo Guillermo me contó lo mismo. Para poder confirmar esta historia fascinante, viaje hasta el poblado la Mejorada en Huancavelica, no busque precisamente el domicilio de la joven Virginia; sino me fui directamente hasta el cementerio y busque su nicho toda la mañana de un sábado de Junio del 2000.
Cuando me sentía desanimado y listo para salir del lugar, vi algo que me llamo la atención. Me acerque rápidamente hasta aquel sitio y note algo al costado de un nicho; era una bolsa, y dentro de ella pude ver una chompa de alpaca de color marrón y franjas blancas. Era el nicho que estaba en un extremo del cementerio, casi escondido, casi olvidado. En la lápida semidestruída pude distinguir el nombre de Virginia Matos, fallecida en 1989. Aunque no pude ver la fotografía.
Deje las cosas en su lugar y salí del cementerio, ya era de tarde; sentí el deseo de ir a la casa de Virginia. Al volver a Huancayo me preguntaba ¿Cómo pudo llegar aquella bolsa con una chompa hasta ese lugar? ¿Por qué precisamente ahora que fui a confirmar la historia? ¿Será que Virginia me tenía algo preparado como bienvenida? Quizá apenas haya sido una mala pasada de mi imaginación
MITOS Y LEYENDAS DE YAULI
LOS VIAJEROS DE YAULI
Cuentan que en épocas anteriores cuando los viajeros tenían que caminar por las altas cumbres acompañados sólo de sus animales de carga. Por cierta coincidencia Yauli era el lugar adecuado para descansar en la noche fría y constelada, los comuneros yaulinos guardaban sus grandes pellejos de llama para que los viajeros no sientan frío y descansen plácidamente y en la mañana muy de madrugada al canto del primer gallo, estaban despidiéndose: Li,li -hasta luego,hasta luego.-
Se cree que estas expresiones constituyen el origen del vocablo Yauli.
MITOS Y LEYENDAS DE MARCAPOMACOCHA
LA CORDILLERA DE LA VIUDA
Pachacámac contrae matrimonio con Pachamama; de esta unión nacieron dos hijos. Al poco tiempo muere Pachacámac y Pachamama se queda viuda y, según las indicaciones del dios, Pachamama se presenta en el río chillón. Tras una larga caminata llegando hasta el río Chullhuay y se encuentra con el dios maligno Huacón; éste la seduce, pero ella se resiste y es devorada.
Los animales, formados por la tortuga, el elefante y la iguana, en complicidad con el dios sol, rescatan a los hijos gemelos, quienes son llevados a la laguna de Chuchón. Aquellos preparan una trampa al malvado Huacón para hacer caer en la laguna, pero éste enterado de tal intención logra huir y a medida que iba desapareciendo arrojaba en partes el cuerpo de la viuda entre los nevados y desde ese momento los nevados oscurecieron y se pusieron cual velos negros con lágrimas idénticas a una mujer afligida, abatida por el dolor y el sufrimiento.
Los hijos fueron convertidos en dos grandes lagunas oscuras pero al acercarse son cristalinas, los animales fueron petrificados en diferentes lugares.
Pachacámac contrae matrimonio con Pachamama; de esta unión nacieron dos hijos. Al poco tiempo muere Pachacámac y Pachamama se queda viuda y, según las indicaciones del dios, Pachamama se presenta en el río chillón. Tras una larga caminata llegando hasta el río Chullhuay y se encuentra con el dios maligno Huacón; éste la seduce, pero ella se resiste y es devorada.
Los animales, formados por la tortuga, el elefante y la iguana, en complicidad con el dios sol, rescatan a los hijos gemelos, quienes son llevados a la laguna de Chuchón. Aquellos preparan una trampa al malvado Huacón para hacer caer en la laguna, pero éste enterado de tal intención logra huir y a medida que iba desapareciendo arrojaba en partes el cuerpo de la viuda entre los nevados y desde ese momento los nevados oscurecieron y se pusieron cual velos negros con lágrimas idénticas a una mujer afligida, abatida por el dolor y el sufrimiento.
Los hijos fueron convertidos en dos grandes lagunas oscuras pero al acercarse son cristalinas, los animales fueron petrificados en diferentes lugares.


que miedo y suspenso que bueno es para que no digan que la oroya no esconde secretos
ResponderEliminarEscuche algunos de esos mitos y leyendas y me causo pánico y eso es para que digan que La Oroya tiene sus cooosaas.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEn la Oroya hay muchas variedades de mitos y leyendas
ResponderEliminarQue miedo, ya sabia que La Oroya tenia leyendas y mitos como que hay sirenas en el puente cascabel.
ResponderEliminarLas leyendas que se cuentan en la Oroya son muy interesantes, escuche algunas y me dio miedo
ResponderEliminarEscuche los mitos y las leyendas de nuestra Oroya y son lindas y todavía hay mas leyendas que investigar
ResponderEliminarA mi me contaron algunas leyendas pero supongo que algunas son verdaderas
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